Manuel Pinardo

Director de Recursos Humanos en El Corte Inglés
Premio Facthum a la Trayectoria Directiva en Recursos Humanos 2019

En el compromiso de los equipos humanos con su tarea y con su empresa reside uno de los pilares fundamentales para el éxito presente y futuro.

Las experiencias que han tenido en 2019 en sus áreas de RR. HH. seguro les han aportado una visión de las nuevas tendencias en la gestión de personas. ¿Qué hemos aprendido este año? ¿Cuáles son tendencias de futuro?

La gestión de las personas en el mundo de la empresa es una de las realidades más cambiantes. Al igual que ocurre con el resto de funciones estratégicas de la empresa, está en pleno proceso de revisión y transformación. Los paradigmas con los que hemos administrado durante muchos años nuestra función están cambiando, como lo está haciendo la propia sociedad en sí misma. Así, lo que hace atractivas a las empresas, sus modelos en la relación laboral, los mecanismos de remuneración y retención, los canales de comunicación, la participación plena en los proyectos o la necesidad creciente de cualificación permanente en nuevas competencias y habilidades son ejemplos de áreas en las que las empresas tenemos la necesidad de evolucionar si queremos tener y retener a las mejores personas en los mejores puestos. Y a un ritmo desconocido hasta ahora.

Los recursos humanos conviven en un entorno tecnológico que busca aportar resultados al conjunto de la organización. ¿Cuáles son las claves para el éxito de la tecnología en relación con los recursos humanos? ¿En las organizaciones prima la cultura o desarrollo digital? ¿Cómo conviven estos factores con el negocio?

En mi opinión, la tecnología convive en estos tiempos con los Recursos Humanos en un doble plano. En primer lugar, desde el plano de la transformación permanente que estamos viviendo en el negocio, con nuevas herramientas, procesos, servicios y propuestas comerciales, que obligan a una cualificación permanente de todos los trabajadores de la empresa, cada uno en su diferente ámbito de responsabilidad y actuación. Nuevos puestos de trabajo y nuevas tareas nos obligan a revisar perfiles y competencias para adecuar las personas a los puestos de trabajo, y eso es una tarea que debe pilotar el área de Recursos Humanos. Si no se hiciera así, esto derivaría en una debilidad de la empresa que redundaría en una menor competitividad de la misma.

En segundo lugar, la propia función de Recursos Humanos puede y debe aprovechar mucho más el uso de las tecnologías y el análisis de datos de lo que lo hemos hecho hasta ahora. Hay mucha información disponible que, adecuadamente tratada, debe mejorar nuestras capacidades para gestionar, de una manera más óptima, los recursos necesarios para el negocio y para proporcionar un mejor desarrollo de las personas dentro de la organización.

El compromiso es el gran reto. Parece que, respecto a este asunto, el CEO está muy interesado. ¿Cómo podemos establecer una política de compromiso en las organizaciones que aumente la retención y potencie el Employer Branding? ¿Es esta una oportunidad para que el CEO y RR. HH. aumenten las conversaciones y gane influencia la posición de director de personas en nuestras empresas?

No me cabe ninguna duda de que en el compromiso de los equipos humanos con su tarea y con su empresa reside uno de los pilares fundamentales para el éxito presente y futuro. Estamos en un tiempo de cambios muy relevantes y vertiginosos, difícilmente predecibles, y no es posible afrontarlos si no es desde una actitud responsable y proactiva de todos los jefes y empleados. Y para conseguir esto, es estrictamente necesario creer de verdad en las personas y que la Dirección, con el CEO a la cabeza, haga suyas todas las medidas que nos llevarán a tener un empleado comprometido con la empresa. En ese sentido, he de deciros que en nuestra empresa el alineamiento CEO-Recursos Humanos es absoluto y ello nos permite avanzar incesantemente.

En una empresa como la mía, en la que el negocio pasa por la relación empleado-cliente, creemos en un modelo de recursos humanos en el que las personas puedan desarrollar toda su carrera profesional dentro de la misma, para aprovechar la experiencia y profesionalidad que se adquiere a lo largo del tiempo. Este modelo requiere, como no puede ser de otra manera, de un empleo de calidad, que mire mucho al desarrollo y cuidado del empleado, y que como decíamos en una pregunta anterior, permita que se mantenga el compromiso de la plantilla con el objetivo de la empresa a lo largo de toda su vida profesional.

Los empleados siempre han sido un eje fundamental en las organizaciones pero parece que toman protagonismo en estos tiempos. ¿Cómo debe ser una comunicación interna eficaz? ¿Tenemos libertad para ser creativos en nuestras empresas?

Si hay algo que ha caracterizado la evolución de la sociedad en estos últimos años es el rápido e impredecible desarrollo de los canales de comunicación. Somos una sociedad permanentemente conectada y la empresa no puede ser una excepción. Así, a los canales tradicionales –por cierto, muy eficaces– de comunicación vertical a través del cuadro de mandos de la empresa, hemos añadido nuevas opciones como el portal del empleado y una presencia corporativa permanente en redes sociales. La participación hace empresa y la comunicación multidireccional ayuda mucho.
En comunicación estamos obligados a ser innovadores, si bien hay que tener la capacidad de encajar todas estas nuevas posibilidades y canales de comunicación en el contexto real de la empresa, para que sea realizable y, sobre todo, para que sea eficaz.

La función de recursos humanos está evolucionando muy rápido en los últimos años. ¿Cuáles son los pilares sobre los que se sostendrá la profesión? ¿Qué hay que cambiar? ¿Es cuestión de actitudes o aptitudes?

En mi opinión, los tres pilares sobre los que se sustenta la función de Recursos Humanos son su orientación a la sociedad, el uso de las tecnologías para la mejora de sus capacidades en el desarrollo de la función y la capacidad de cambio y adaptación para implementar medidas que hagan de la empresa un lugar deseable para trabajar y en la que los empleados puedan consolidar un proyecto profesional atractivo y duradero en el tiempo.

Para el éxito de la función es necesario dar con la composición exacta e ideal de actitudes y de aptitudes. Estamos en unos tiempos extremadamente exigentes, en los que solamente la mezcla de altas capacidades, que se vayan perfeccionando a lo largo del tiempo, y una actitud personal enérgica y comprometida con esta función tan compleja como es la de Recursos Humanos posibilitarán que podamos dar la respuesta que el negocio y los clientes nos demandan. Sin especialización no hay desarrollo, sin vinculación al proyecto, tampoco.

Francisco García Cabello

Director del Foro de los Recursos Humanos

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